Castillo palacio del Papa Luna: Illueca, por la tarde, a última hora...
La Sala Dorada llena de gente: todos apotronados en colchonetas y almohadas esparcidas por el suelo... y la luz se apaga. Todos aplaudimos... y una sensación inconmesurable de emoción y alegría se va apoderando de nosotros...
Habla Dani; se presentan... y empieza el lujo.
Un sinfín de notas palmares acústicamente machimbradas van dibujando los minutos que dura el concierto... las notas que van saliendo se van imprimiendo en los sentidos auditivos, y van haciendo camino acariciando cada órgano y haciéndolo vibrar, envolviéndote la emoción y el corazón como unas manos de un niño que se tapan los ojos ante una sorpresa...
Qué maravilla de momento, que bien nos lo pasamos; Kirian bailando encima de mamá...
Si tenéis oportunidad de sentir lo que nosotros sentimos aquella tarde; no la desperdiciéis.
PASAD por el blog y me lo contáis.
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